Cuando hace tiempo decidí pasar de Firefox a Safari, hubo sólo una razón: el consumo de memoria. Tengo que decir que desde Firefox 1.5 la gestión de este recurso ha sido bastante poco impresionante por parte de los chicos de Mozilla. Existen otras opciones que la aprovechan mejor, como Safari, Opera o Camino. Eso no quiere decir que las ventajas que tenía Firefox para los propietarios de maquinaria pesada no fueran desde luego superiores al resto de navegadores del mercado.
Pues bien, parece que el problema se ha solventado en Firefox 3. Quiero esperar a probarlo con vídeo incrustado, audio y alta carga de javascript; también por algún benchmark serio y no a ojímetro como el que hago yo con el monitor de actividad. Pero parece que las fugas de memoria se han resuelto y los usuarios proletarios pueden volver a usar Firefox y otros programas al mismo tiempo. Por supuesto, de regalo vienen decenas de nuevas funcionalidades que Firefox es el primero en implemtar y que serán copiadas próximamente en Internet Explorer.